Hace 25 años un ingeniero llamado Steve Wilhite que trabajaba para una entonces dominante CompuServe creó un nuevo formato gráfico para competir con el JPEG. Lo llamaría ‘Graphics Interchange Format’ o simplemente GIF. A día de hoy, tras una larga historia de altibajos, el formato .gif se encuentra en su máximo apogeo, siendo utilizado masivamente por foreros desaforados de todo el mundo. Memes, películas, arte, chistes, porno… el GIF le da a todo.
El formato GIF utiliza el algoritmo de compresión sin pérdida LZW (Lempel Ziv Welch), por lo que es capaz de reducir considerablemente el tamaño de imágenes grandes. Por desgracia, sólo admite una paleta de 256 colores, con lo que su usó quedó relegado desde el principio casi exclusivamente a imágenes de pequeño tamaño y/o vectoriales. Otro de sus puntos fuertes, el que le ha servido para mantener la cabeza alta frente a sus más completos competidores, es la posibilidad de encadenarlo en una secuencia de imágenes diferentes para mostrar movimiento; el llamado GIF animado.
Su rival más potente es el Portable Network Graphics o PNG, formato que nació en 1996 para desbancar su liderazgo en la Red. Entre sus muchas ventajas, admite mayor profundidad de color y transparencias sin pérdida de datos. Su gran inconveniente: no puede ser animado. La cualidad de moverseha sido el único rasgo que no han podido superar los competidores del veterano GIF. Y los internautas la han explotado a conciencia. En foros, en webs, en banners publicitarios… de hecho, fue tal su exceso que allá por los 90 terminó siendo considerado un signo de mal gusto. ¿Alguno recuerda las horribles páginas de (en paz descanse) Geocities? Pues eso.
Hoy en día el gif da para mucho más que un bebé y una banana bailando. Su principal baza, como no, el humor ácido o viral. Casi a diario salen nuevos memes pidiendo a gritos ser parodiados con un gif que se le precie. Ya sea un Batman y Robin huyendo de todo tipo de peligros, los legendarios chistes del añorado Desternillablog o las sufridas caras de los saltadores olímpicos, la Red se encuentra siempre deseosa de rizar el rizo del humor animado.
De hecho, en el particular mundillo forero, donde abunda un sublenguaje capaz de desorientar a los más atrevidos, determinados gifs animados se han convertido por sí mismos en una forma propia de expresión. Ya se sabe, vale más una imagen (animada) que mil palabras.
Hablemos de porno. Como en todo lo que toca Internet, la industria del desnudo ha encontrado la forma sibilina de infiltrarse. El resultado ha sido la relativamente nueva aparición de los gifs porno; archivos donde generalmente se reproducen (ejem) escenas explícitas extraídas de un filme sólo apto para adultos. Tal ha sido su éxito que ya existen páginas especializadas en recopilar y publicar este tipo de animaciones mostrando carnaza.
Por último y como aspecto más novedoso. Hace apenas un año que los fotógrafos norteamericanos Kevin Burg y Jamie Beck popularizaron el llamado ‘Cinemagraph’, consistente el animado sutil de una fotografía fija. Esta “nueva” técnica, aún en “fase beta”, ya cuenta con un nutrido número de fans entre las filas de modernos y aficionados a la fotografía. Sus efectos (bien logrados) pueden llegar a ser tremendamente sutiles o desconcertantes, aunque también los hay que no se les diferencia del gif animado corriente.
Transcurridos 25 años de historia en el acelerado mundo electrónico, el GIF sigue dando de qué hablar. Sin embargo, muchos opinólogos auguran ya la saturación del formato y su inevitable regreso a los abismos. El tiempo lo dirá.
El Cinemagraph de la chica, sacado de Yorokobu. Con información de Strambotic y el Desternillablog (QEPD).