Sin saber muy bien por qué, de pequeños sentimos devoción por destrozar cosas. Nos invade la curiosidad por saber qué se esconde en el interior de nuestros juguetes. Además, como a esas edades no sabemos apreciar el valor de los objetos, ni nos preocupa lo más mínimo el dinero que nuestros padres hayan invertido en un regalo, destruimos sin piedad todo aquello que cae en nuestras manos.
Con los años, como dicen nuestros mayores, vamos teniendo algo más de cordura y adquirimos un poco de sentido común. Conocemos artefactos como los destronilladores y aprendemos esa valiosa lección de “quién rompe paga”. Por eso, tenemos algo más de cuidado con las pertenencias propias y ajenas. No obstante, no perdemos el espíritu infantil que nos empuja a descubrir los tesoros que encierran nustros 'juguetes'. Eso sí, ahora con algo más de maña.
Tanto es así que algunos se han servido de técnicas mucho más avanzadas, como los rayos X, para inspeccionar las entrañas de los pasatiempos infantiles. Lo cierto es que, además de resolver el misterio que nos tiene intrigados desde pequeños, las imágenes resultantes son sumamente atractivas.
El fotógrafo Brendan Fitzpatrick se ha puesto manos a la obra para despejar la intriga que muchos compartimos incluso antes de tener uso de razón. Ha tomado diferentes juguetes y se ha puesto a fotografíar sus entrañas sin manipularlos lo más mínimo.
Después de retratar el interior de flores y otros seres vivos con la tecnología de rayos X, Fitzpatrick se atrevió con los juguetes para así ampliar la colección que bautizó como 'Invisible Light'. Este fotógrafo, que anteriormente había tratado de sacar partido a viejos mandos a distancia al convertirlos en protagonistas de sus instantáneas, ahora se ha decantado por los artefactos creados para el divertimento de los más pequeños.
Para obtener estas imágenes, utiliza una máquina de rayos X de tórax y otra con la que se realizan mamografías. De esta forma, se puede apreciar claramente la situación de los tornillos, las pilas – en caso de que las necesiten como fuente de alimentación –, los cables o las luces que componen el artefacto.
Esta propuesta visual de Brendan Fitzpatrick nos sitúa en medio de una encrucijada. Ahora que conocemos el interior de las pistolas de juguete, de los robots con que se devierten nuestros pequeños, ¿qué hacemos? ¿Les contamos qué ocultan en su interior para evitar que los acaben destrozando? ¿Los dejamos con la intriga? Piénsalo bien: tus padres jamás te hubieran robado esa ilusión.
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Con información de This is Colossal, BrendanFitzpatrick.com y Tested
Para recordar nuestra tierna infancia:
-La empresa de juguetes que rechazó hacer figuras de Star Wars y acabó en bancarrota
-'Unboxing', el lucrativo y surrealista negocio de desempaquetar productos delante de una cámara
-Diez juguetes que, asombrosamente, se siguen regalando
-Retratos hiperreales con ladrillos de juguete
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