Un abrazo o un beso pueden transmitir cariño, ternura, amor… Pero, no hay nada mejor que un ‘high five’ para celebrar un triunfo o infundir ánimo. Sobre todo, cuando se demuestra que uno lleva razón – estilo Barney Stinson – o después de un éxito como entregarle al jefe un informe complicado en tiempo récord.
Es un gesto tan cotidiano que parece que haya estado ahí desde los tiempos de Matusalén. Sin embargo, no es necesario irse tan lejos. El ‘high five’ nació hace 35 años, de la mano del jugador de béisbol Glenn Burke y se ha convertido en un símbolo mundial que cuenta, incluso, con una fundación.
El 2 de octubre de 1977, Los Angeles Dodgers se enfrentaban a los Houston Astros ante más de 42.000 espectadores. Era el último partido de la fase regular de la Liga de Béisbol Profesional estadounidense, y los Dodgers se jugaban el pase a los ‘playoffs’. En una de las últimas jugadas, Dodger Dusty Baker, jugador de Los Angeles, consigue mandar la bola lejos del alcance de sus rivales. Eso le permite llegar a la última base y completar así una carrera. ¡Home Run!
Exhausto, Baker se desploma cuando llega a la cuarta base. Ahí, su compañero Glenn Burke, que espera su turno para batear, al verlo tirado en el suelo, decide extender su mano al parecer para ayudarlo a levantarse – aunque la intención exacta de Burke no la conoceremos nunca. El caso es que Baker entendió el gesto como un saludo, así que decidió estirar el brazo y golpear la mano de su compañero. En el siguiente lanzamiento, Burke logró terminar la carrera, y al igual que había hecho con su compañero fue pasando la mano para que el resto del equipo le chocara.
Desde ese día, chocar los cinco – el ‘high five’ – se convirtió en el símbolo de Los Angeles Dodgers. De hecho, el equipo vendió camisetas con el gesto que habían inventado Baker y Burke. Sin embargo, lo que había empezado siendo una práctica de celebración, se transformó, años más tarde, en todo un símbolo del orgullo gay.
Nada más comenzar la temporada de 1977, los compañeros de equipo de Glenn Burke descubrieron que el jugador a que todos llamaban ‘King Kong’ era homosexual. El secreto se destapó en una cena, cuando a un amigo de Burke se le escapó. La noticia sorprendió en el vestuario y, sobre todo, en la directiva, que llegó a ofrecerle al jugador 56.000 euros – casi tres veces un salario anual en esa época – para que se casara. Burke rechazó el dinero, pero no tuvo que despedirse del equipo (de momento).
Un año más tarde, los Dodgers vendieron al jugador a los Oakland Athletics y Burke no recibió ninguna explicación. El King Kong del béisbol se mudó a un vestuario donde reinaba la homofobia y, tras aguantar dos años, decide retirarse de la liga profesional a los 27.
La vida de Burke cambió en el momento en que se trasladó a Castro, el barrio de San Francisco que albergaba la Liga de Softball Gay. Allí Burke disfrutó como nunca del juego y su ‘high five’ se convirtió en todo un signo de orgullo.
El mundo se le vino encima al ser atropellado por un coche, lo que le causó una fractura en su pierna derecha y le dejó incapacitado para jugar. Burke se hundió en una depresión y acabó enganchado a la cocaína, arruinado, viviendo en la calle y enfermo de SIDA.
El 30 de mayo de 1995, la vida del inventor del ‘high five’ se apagó, pero su famoso gesto aún pervive. En la calle, en casa, en televisión. Blancos y negros, heterosexuales y homosexuales, famosos y anónimos comparten la misma expresión de triunfo.
¡Choca esos cinco, amigo!
——————————————————
Con información de Priceconomics, The Stacks, ESPN Go y High Five Foundation
Otras cuentos de héroes:
-Diez brillantes ardides de MacGyver que serían pan comido con un ‘smartphone’
-Diez héroes anónimos que son ejemplo de coraje y nervios de acero
-Diez presidentes improbables para una hipotética Tercera República
-¿Cuánto dinero ha ganado Forrest Gump gracias a su inversión en Apple?
The post ¡Choca esos cinco! Deporte y orgullo gay en el origen del ‘high five’ appeared first on Cooking Ideas.