Hay muchas formas y materiales con los que hacer arte: con acuarelas, óleos, bronce, madera o incluso cables y circuitos. Todo depende de cuál sea el favorito del artista y el que más se adecua a sus habilidades. Los más temerarios llegan a atreverse con las técnicas más arriesgadas y, para ejecutar sus obras, piden ayuda a unas abejas.
Hablamos de Luce Moreau, una artista de origen marsellés que ha iniciado en Eslovenia un nuevo proyecto llamado ‘Les Palais’ ('Los Palacios'). Básicamente, se trata de crear esculturas con la cera que producen estos insectos. El país centroeuropeo, donde la miel y sus colmenas son toda una institución, fue el lugar elegido por la artista para llevar a cabo su trabajo. En concreto, la ciudad de Maribor.
Esta labor no se puede realizar durante todo el año, sino que solo es posible en primavera, cuando las abejas construyen sus colmenas y, por tanto, trabajan con la cera todo el tiempo. Meses antes, Luce y los propietarios de las colmenas comienzan a pensar cuáles serán las formas más bellas que intentar reproducir con la inestimable ayuda de las obreras más eficientes del mundo. ¿Qué tal una pirámide? ¿Y un gran hexágono que se asemeje a cada una de las celdillas de las propias colmenas?
El equipo intenta comprender cómo crean las abejas sus estructuras para instalar junto a sus colmenas otras construcciones totalmente diferentes, que ellas deberán rellenar con su cera. Por ejemplo, con la ayuda de una rejilla, se puede crear un laberinto.
Por supuesto, hay que mimar a las abejas para que decidan colaborar, y hacer que se sientan como en casa. En el caso del laberinto, la tabla superior se debe situar bastante próxima al cuerpo de la colmena, donde se encuentra la reina, ya que si está muy alejada las abejas se muestran más reacias a participar.
Con este trabajo, la artista pretende reivindicar la filosofía de comunidades y sociedades como los falansterios, que fueron ideados por Charles Fourier a comienzos del siglo XIX. En ellos, el individuo trabajaba según sus apetencias y sus deseos en medio de una comunidad como la que representan las abejas con su trabajo grupal. La idea de los falansterios no tuvo mucho recorrido en Europa, pero sí cierto apogeo en los Estados Unidos.
La casa de la miel
Moreau encuentra parte de la inspiración para su trabajo en la Casa de la Miel de Vladimir Pušnik, un apicultor de la ciudad de Maribor. Allí se encuentra todo el material que un colmenero pueda necesitar para cuidar de sus abejas. En este santuario de la apicultura, los visitantes pueden incluso recibir una sesión de aromaterapia inhalando el interior de una colmena a través de un tubo.
En 2016, con motivo del décimo aniversario de la colaboración entre Marsella y Maribor, se inaugurará una exposición donde podrán verse las obras de arte que surjan del proyecto ‘The Palais’.
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Con información de Makery y Wikipedia. Las fotos son propiedad de Luce Moreau
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