Es bien sabido que la tecnología no tiene límites. Además, la velocidad a la que avanza es sorprendente y hay quienes no solo se acostumbran pronto, sino que viven por y para ello. Vamos, que se casan con ella, literalmente. Hace pocas semanas, una pareja quiso que en el momento de dar el gran paso hacia la faceta matrimonial, todas las señas tecnológicas con las que convivimos cada vez más, estuvieran presentes.
Jessica Naziri quería que la tecnología la acompañase al altar el día que diese el ‘sí, quiero’. Así, ella y su ahora marido Michael Sabet, no dudaron a la hora de elegir una temática tecnológica para su boda, celebrada a principios de verano en Los Ángeles, algo que combinaron con las costumbres típicas de una ceremonia nupcial.
“Siempre quise conectar con las nuevas tecnologías y hacer una boda moderna, pero manteniendo las tradiciones milenarias”, comenta Naziri, fundadora del blog de estilo de vida y tecnología TechSesh. Las bodorrios nunca se llevaron demasiado bien con la intrusión tecnológica, en principio. La mayoría de la gente suele optar por bodas conservadoras y son muy pocos los que se atreven a innovar cuando de casamientos se trata. Algunos invitados hasta se ven obligados a respetar reglamentos y protocolos estrictos por petición de los cónyuges, como la restricción del uso de las redes sociales.
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TechSesh (@jessicanaziri) on La boda más ‘millennial’
Sin embargo, la tecnología ocupa un lugar gigantesco en la vida de esta novia, por no decir que no se despega de ella, y en el día de su enlace no iba a ser menos. Hasta los ramos de la novia y de sus damas de honor fueron fabricados con cables USB que imitaban la forma de las flores. “Eran hermosos y coincidían con los colores de los vestidos”, cuenta la recién casada.
“Cuando decidí crear una aplicación personalizada para mi boda, habilitar un espacio para cargar baterías en la recepción y llevar un tocado impreso en 3D, la temática tecnológica había impregnado todo”, narra. Efectivamente, la pareja creó una ‘app’ y también una página web, ambas para que los asistentes pudieran compartir sus fotos y conectarse unos con otros.
Según su punto de vista, los puntos de carga para ‘smartphones’ son casi una obligación en bodas, porque así nadie tiene que preocuparse por ahorrar la batería del móvil mientras saca fotos y las publica en internet. A este propósito, los novios no impusieron impedimentos para usar las redes sociales y en sus programas proporcionaron la contraseña wifi del lugar para que todos pudieran estar conectados.
Es más, en línea con el aura internauta, crearon un ‘hashtag’ bajo el que compartir imágenes y vídeos del enlace: #SabetterTogether. La misma etiqueta se encontraba grabada en los regalos para los comensales, unos dispositivos de carga portátiles para que la gente “recuerde siempre este día con un poco de tecnología en la mano”, comenta la bloguera.
Por supuesto, un buen bodorrio es aquel que después puede ser rememorado con lujo de detalles o, en este caso, en HD. El matrimonio no dudó en contratar a un fotógrafo profesional capaz de manejar drones que pudieran captar imágenes de la ceremonia en 360º para conseguir los recuerdos desde un punto de vista especial. Seguro que el material resultante le dio a Jessica para montar una preciosa ‘aftermovie’ capaz de arrastrar en visitas en YouTube.
Además, los invitados más adeptos a Snapchat pudieron disfrutar de un día redondo: la prometida utilizó unas Spectacles (las gafas de la red social que graban vídeo en HD) para capturar momentos desde su perspectiva en primera persona. Asimismo, la pareja también encargó tres filtros personalizados a Snapchat con fotos de ellos, que estuvieron disponibles en la geolocalización de la ceremonia.
Aliviando los nervios previos con más tecnología
Planificar una boda puede llegar a ser muy estresante, pero Naziri no estaba nerviosa. Al contrario, estaba verdaderamente tranquila y relajada. Todo gracias a los TouchPoints: un dispositivo que usa la neurociencia para aliviar el estrés, mejorando el sueño, el rendimiento y la concentración, y evitando los enfados.
“Es de locos lo que este moderno brazalete puede hacer”, contaba tras su luna de miel en un post en su blog. Al parecer, este sistema no invasivo se ha utilizado como tratamiento para el trastorno de estrés postraumático, la ansiedad y el pánico. Incluye dos aparatos para cada persona, son seguros para los niños y funcionan conectados a una aplicación móvil.
Las palabras de la bloguera no dejaban duda alguna acerca de sus efectos positivos: “No creo que hubiese podido sobrevivir a la planificación de la boda sin este dispositivo. Aunque una bonita luna de miel mexicana fue bastante relajante también”.
Teniendo en cuenta que la tecnología juega un papel tan importante en nuestra vida cotidiana, tiene sentido incorporarla en las ceremonias nupciales. Sin embargo, no vamos a negar que, en cuanto a cuestiones modernas, esta ‘tech-boda’ alcanzó un nivel difícil de superar. Al empezar a planear todos los detalles de su gran día, según cuenta ella, descubrió que “estaba menos interesada en cómo serían las flores o los vestidos” que en encontrar formas de incorporar de forma original lo que más amaba: la tecnología.
Con información de Mashable, Entrepreneur y TechSesh. Las imágenes son propiedad, por orden de aparición, de Jessica Naziri (1, 2, 3 y 4).
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