Hoy, 30 de abril, se celebra el Día Internacional del Jazz. Un género que rápidamente identificamos con el sonido de una trompeta tocada por el icónico Louis Armstrong (o, para los más jóvenes, alguna melodía salida del saxofón de Lisa Simpson) y que, sin embargo, es mucho más. Para los expertos, el jazz es una familia de géneros musicales con una infinidad de matices como toda buena música se merece. Sus orígenes se remontan a finales del siglo XIX y principios del XX en Nueva Orleans, Estados Unidos.
Desde entonces, esta música afroamericana ha conquistado millones de corazones y ha servido tanto para amenizar de fondo una reunión como para bailarla o disfrutarla desde un sofá. Así que, tanto si eres fan como si no, seguro que en más de una ocasión has disfrutado con una buena canción del jazz. Sin embargo, lo más probables es que no supieras que sus fans en los años 40 se hacían llamar ‘hipster’ o que XXXX. Te contamos estas y otras curiosidades sobre este estilo tan particular. Y como no podía ser de otro modo, para amenizar la lectura, te recomendamos escuchar mientras tanto ‘So What’ de Miles Davis. ¡Allá vamos!
Los primeros ‘hipsters’ eran aficionados al jazz
No nos referimos a que los que hoy imaginamos como ‘hipsters’ (barba larga y pantalones arremangados) les guste también este tipo de música, sino que la etiqueta comenzó a usarse para definir a los aficionados del jazz en Estados Unidos en los años 40. Además de su pasión por el jazz, estos jóvenes eran consumidores de marihuana, se caracterizaban por su gran sarcasmo, disfrutaban de cierta libertad sexual y vestían de manera más bien formal. Quizás esto último ha sido lo que nos ha hecho heredar el término al imaginar al joven de entonces con un ceñido traje de chaqueta entrando en un bar de jazz.
La palabra más difícil de adivinar en el ahorcado
El matemático Jon McLoone recurrió a una simulación por ordenador para descubrir que ‘jazz’ es la palabra más difícil de averiguar en el juego del ahorcado. La razón es simple. Al ser una palabra corta hay menos probabilidades de adivinar con qué letras cuenta y, además, al contar con una sola vocal (la más fácil de averiguar), todo se vuelve más complicado. McLoone también descubrió que las palabras en inglés que tienen j, z, q y v son las que más se resisten. Y si a eso le añadimos que ‘jazz’ repite una letra, sin duda, todo parece volverse en contra.
Nixon le evitó a Armstrong un mal trago en la aduana
Si a los ‘hipsters’ originales les gustaba el jazz y consumían marihuana, el mismísimo Armstrong no era menos. Además, aprovechaba su condición de “embajador de buena voluntad” para viajar de aeropuerto en aeropuerto sin que nadie llegara a detectar ningún paquete sospechoso en sus maletas. Hasta que, en uno de sus viajes, le condujeron hacia la aduana. Como si de un milagro se tratase, el por entonces vicepresidente Richard Nixon se ofreció a pasar las maletas del famoso trompetista para evitarle a este el control. Sin saberlo, estaba moviéndose por el aeropuerto con algo mas de un kilo de marihuana en las maletas de su admirado ‘Satchmo’.
De ‘Breaking Bad’ a ‘Breaking Good’
Walter White no solo es el nombre del profesor de Química protagonista de la serie de televisión estadounidense ‘Breaking Bad’; también hay un músico de jazz con el mismo apelativo y, además, parece que quiere hacer un juego de palabras con su tocayo en la ficción. Uno de los álbumes publicados por este virtuoso del jazz se llama ‘Breaking Good’. Sin duda, el White músico ama lo que hace.
Billy Tipton, un hombre en el cuerpo de una mujer
No fue hasta su muerte, en 1989, cuando se descubrió el secreto mejor guardado de Billy Tipton. Los medicos que hicieran la autopsia del músico fueron los que descubrieron que, en realidad, ante ellos había un cuerpo de mujer. Tipton nació en 1914 con el nombre de Dorothy Lucille. Pronto empezaría a vestir como un chico, adoptó los andares y la forma de hablar de un hombre de su época y vivió una vida de jazz bajo el nombre con el que pasó a la fama.
El origen del término ‘jazz’
Aún a día de hoy, el origen de la palabra que da nombre al género musical se encuentra a medio camino entre la leyenda y la historia. Lo cierto es que se da por buena la teoría de que el nombre del jazz surgió en los momentos previos a un concierto de The Original Dixieland Band, grupo considerado padre del género. En esos instantes, alguien del público gritó ‘Jass it up, boys!’. Aquel término, ‘jass’, se trataba de una palabra de jerga afroamericana con la que se hacía referencia al sexo. Del placer corporal al musical: así evolucionó la palabra para acabar siendo ‘jazz’ y bautizar a todo un género.
La odisea del concierto solista más vendido
The Köln Concert es, a día de hoy, el disco de jazz solista más vendido de la historia. Se trata de un concierto dado, a golpe de improvisación, por Keith Jarrett en la Opera House de Colonia, Alemania. Sin embargo, todo lo que rodeó a aquel concierto distó mucho del éxito posterior: el músico aceptó dar el concierto el día antes y llegó hasta la ciudad en un Renault 4. Tras el largo viaje, encontró un piano desafinado e impracticable y casi llega tarde a su propio concierto porque le atendieron tarde en el restaurante en el que cenó. A pesar de todo, el concierto fue un momento histórico para el jazz.
Una guitarra de jazz que rinde homenaje a Picasso
Linda Manzer es una maestra luthier canadiense a la que en 1984 el músico de jazz Pat Metheny le pidió una guitarra que tuviera “tantas cuerdas como fuera posible”. Así, a Manzer se le ocurrió la idea de construir un instrumento con 42 cuerdas; aunque si tenía una estructura como la de una guitarra normal, sería complicado tocarla. Para solucionarlo, decidió darle una forma más ancha en la parte inferior y más estrecha en la superior. Así queda con una apariencia similar a las obras de Picasso y, por tanto, fue bautizada con el nombre de Pikasso. Desde entonces, Manzer crea todas sus guitarras con este diseño.
La barba de los artistas
Durante las décadas de los 50 y 60 tuvo cierta popularidad entre los hombres afroamericanos la moda de dejarse una pequeña franja de pelo debajo del labio inferior. Llamado en inglés ‘soul patch’ o ‘jazz dot’, se hizo muy popular entre artistas y jóvenes que frecuentaban los ambientes de jazz y en círculos literarios y artísticos. Además, a los flautistas que no les gustaba sentir la boquilla debajo del labio les venía bien. En cambio, los trompetistas preferían las tradicionales perillas para mayor comodidad.
Representantes de buena voluntad
En 1965, el Departamento de Estado de Estados Unidos decidió enviar a los mejores músicos de jazz del país al extranjero en muestra de su compromiso con la libertad. Así, en plena Guerra Fría, artistas como Dizzy Gillespie, Louis Armstrong, Duke Ellington, Thelonious Monk, Benny Goodman o Miles Davis visitaron países en desarrollo y del Tercer Mundo para acabar con cualquier indicio de marxismo. Incluso muchos se reunieron con jefes de estado y llegaron a millones de ciudadanos a través del lenguaje internacional de la música.
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