A partir de este viernes nos darán un poco de azúcar con la píldora que tomamos, mientras decimos eso de “supercalifragilisticoespialidoso”. O quizá no, quizá aprendamos nuevas canciones. Pero grandes y pequeños tienen una cita con la niñera más conocida de Disney. Estas Navidades se estrena ‘El regreso de Mary Poppins’, una segunda parte de la película de los 60 protagonizada por Julie Andrews y Dick Van Dyke. Los niños han crecido, pero Poppins tiene mucho que hacer con ellos todavía. Y mientras tanto, nosotros podemos disfrutar de nuevo con sus aventuras, junto a las nuevas generaciones. Porque son varias las razones para que unos y otros nos regocijemos con la nueva película.
En ‘El regreso de Mary Poppins’, esta (Emily Blunt) vuelve para ayudar a Michael y Jane (Ben Whishaw y Emily Mortimer), los niños de la familia Banks, convertidos ahora en adultos y con hijos y sobrinos. El ambiente en la casa familiar no es el más feliz: la esposa de Michale falleció, y todos la echan de menos. Pero ahí llegará Poppins con un nuevo amigo, el farolero Jack (Lin-Manuel Miranda), con el que les devolverán la sonrisa. Y también a nosotros.
Si te gustó la ‘Mary Poppins’ de 1964, probablemente esta también lo haga. Tiene todos los ingredientes para ello. Para empezar, la materia prima de la primera película: la historia está basada en el resto de libros de la autora P. L. Travers, en la que se basó la otra cinta. De hecho, la idea de hacer la película rondaba en Disney desde que se estrenó aquella. Sin embargo, Travers se negó en ese momento; también, 20 años después, cuando el proyecto resurgió. Hoy, los herederos no han puesto ningún problema en que la adaptación se lleve a cabo.
La música y escenas que recordarán los viejos tiempos
Otra forma de emocionarse con la película es con los elementos que se repiten de la película anterior y que servirán para que las viejas generaciones conecten con la nueva. En primer lugar, las similitudes del argumento: una familia con problemas a cuya casa llega una niñera para poner orden y alegría. Pero además, volveremos a tener viajes a increíbles mundos animados, un banco lleno de malos, bailes que nada envidiarán a las coreografías de hace 50 años y un maletín con un fondo tan amplio que no puede envidiar nada al bolsillo mágico de Doraemon. Incluso, la casa de los hermanos Banks sigue siendo la misma en la que vivieron cuando eran pequeños. Las formas de conectar entre una película y otra (y así, entre una generación de público y la anterior) son sublimes.
Además de todo esto, veremos la cometa con la que termina la primera película. Si aquella terminaba con el padre y los hijos haciéndola volar en un Londres que buscaba el voto femenino, en ‘El regreso de Mary Poppins’ la veremos en un contexto muy diferente: en el de la Gran Depresión, que también afectó a la ciudad. Y Michael y Jane no tienen en ese momento muchas ganas de juegos. Preparad los pañuelos.
Las canciones también están para darnos lecciones (‘Can you imagine that’ habla de ponerse retos y superarse) o para deslumbrar con sus bailes. Si hace 50 años nos asombrábamos con la coreografía de los deshonilladores, en esta ocasión los faroleros nos llevarán a recorrer las calles de Londres con sus antorchas y unos cuantos pasos de baile.
Musical con nombres propios
De nuevo, estamos ante una comedia musical que sorprende por las mismas razones que lo hizo ‘Mary Poppins’: abundancia de canciones y mezcla de escenas de acción real y animación. Para garantizar que hay animación además de espectáculo, Disney le ha hecho el encargo a un maestro en esto de los musicales: el coreógrafo Rob Marshall, director de la oscarizada ‘Chicago’, ‘Nine’ o ‘Into the Woods’, producida esta última por la propia Disney y en la que ya se encontró con Emily Blunt. Con él a los mandos, solo podemos esperar mucho espectáculo.
Si ‘El regreso de Mary Poppins’ está comandada por Marshall, entre los protagonistas hay un nombre poco conocido para el gran público, pero con el suficiente talento musical como para dejarnos con la boca abierta ante la pantalla. Hablamos de Lin-Manuel Miranda, quien enamoró al circuito teatral de Broadway en 2015 con su obra ‘Hamilton’, sobre uno de los fundadores de Estados Unidos. Él ya tiene un Emmy, tres Grammy e incluso un Pulitzer. O sea, que tiene el reconocimiento del público, de los compañeros y de la crítica. En la película, Miranda es Jack, un farolero discípulo de Bert, el deshonillador al que interpretaba Dick Van Dyke en la cinta de 1964.
Soooooo my kid saw #MaryPoppinsReturns for the first time.
It went well. ❤️❤️❤️ pic.twitter.com/7eXkrDwBIv— Lin-Manuel Miranda (@Lin_Manuel) December 17, 2018
Miranda demuestra su talento cantando… y además bailando, una disciplina en la que hasta ahora no era muy ducho. “Yo te bailo salsa y merengue como un pro. Y en ‘Hamilton’ hay truco: todo el reparto baila y lo da todo mientras yo rapeo y estoy medio parado en mitad del escenario. Esto ha sido otra cosa”, ha dicho.
Este neoyorquino de padres puertorriqueños cree que, con ‘Chicago’, Marshall hizo “la mejor adaptación cinematográfica de un musical” y que, si hubiera nacido en la época dorada de los musicales hollywoodienses, hoy tendríamos muchos clásicos dirigidos por él. ¿Se convertirá esta película en un nuevo clásico?
Otras razones para emocionarnos están en los secundarios que se pasearán por la pantalla. Dick Van Dyke, que hoy es nonagenario, regresa al cine con un pequeño papel. Si en los 60 interpretó a Bert y al banquero Dawes, hoy hace del señor Dawes hijo, nuevo presidente del banco en el que trabajaba Banks padre en aquella película.
Y hablando de Dick Van Dyke. No es la única presencia conocida: Meryl Streep hace de una prima de Mary Poppins, y Angela Lansbury, que fue la protagonista de ‘La bruja novata’ (mezcla también de acción real y dibujos animados), tiene un pequeño papel. Con tres presencias tan notables, la sonrisa y la emoción vuelven a estar aseguradas.
Mientras esperamos tu veredicto, Emily Blunt ya ha advertido que quiere ser de nuevo Mary Poppins en una posible secuela. Y Miranda, que si hay segunda parte ella debe estar para que él continúe. La taquilla y las críticas, junto a la capacidad de emocionarnos, tendrán la solución esta Navidad.
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Con información de FilmAffinity, Wikipedia, Fotogramas (1, 2), Screen Rant y Sensacine. Imágenes de Disney.
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