El verano hace estragos y ya sudan hasta los termómetros. Es hora de escapar del agobiante ambiente de las ciudades, aunque sea por unos días y, si el presupuesto lo permite, no hay mejor momento para hacer las maletas, coger un avión y plantarse en alguna playa paradisíaca o algún lugar alejado de tu rutina para desconectar del trabajo.
Sin embargo, si tu opción es viajar lo más lejos posible, tu plan tiene sus pegas. Puede ser que después de aterrizar lo único que te apetezca sea encerrarte en la habitación del hotel y no precisamente por su comodidad, sino por los efectos de un siempre infalible ‘jet lag’.
El cerebro no lleva nada bien que le cambien las horas de sueño, ni la frecuencia con que se suceden luz y oscuridad durante la jornada. Esta alternancia marca los llamados ciclos circadianos, que regulan muchas de las funciones metabólicas del cuerpo. El malestar puede durar días y aguar el viaje a más de uno.
Pero científicos, ingenieros e incluso artistas ya se esfuerzan en idear soluciones tecnológicas para que las diferencias horarias no impidan a los intrépidos viajeros disfrutar de sus bien merecidas vacaciones.
Un baño de luz
La agencia estadounidense Wieden+Kennedy ha diseñado un prototipo de «ducha de fotones» para la compañía de aerolíneas Delta, que es idea del científico del sueño Rusell Foster. Un día se le ocurrió que en el futuro la gente se podría bañar con luz para ayudar a sus cerebros a recuperarse del ‘jet lag’. Dicho y hecho.
Pero la construcción no fue fácil. Hacía falta una estructura física, una aplicación para controlar las condiciones dentro de la cámara y, por supuesto, la iluminación y la música de fondo tenían que ser atractivas. Debía parecer un sitio acogedor, y no la puerta humeante de ‘Lluvia de estrellas’.
Además, desarrollaron un algoritmo para adaptar el calendario de terapia lumínica a las necesidades de cada usuario a partir de la información sobre su vuelo. Desgraciadamente, esta ducha de fotones todavía no puede encontrarse en las tiendas de maletas ni en la sección de baño de Ikea. Pero al tiempo.
La aplicación que te manda a un rincón oscuro
Otra solución tecnológica que ha salido de la mente de un grupo de investigadores, en este caso de la Universidad de Michigan, es una ‘app’ que te aconseja cómo actuar en previsión de una larga jornada de vuelo. Dependiendo del origen y destino, establece unas pautas a seguir por el futuro pasajero.
La herramienta ha sido bautizada como Entrain y, basándose en modelos matemáticos que reconstruyen la actividad del cuerpo, activa diferentes alarmas en el móvil para avisarte de cuándo debes ponerte a la luz o irte un sitio oscuro. Si cumples sus órdenes, la duración del ‘jet lag’ debería reducirse, aunque posiblemente pasarás algunas horas bajando y subiendo persianas.
Dulces y cómodos sueños
Para evitar los efectos de la diferencia horaria hay que dormir el tiempo adecuado para simular progresivamente que estás en tu destino. Mathieu Lehanneur pensó en aquellos a los que les cuesta aguantar las ganas de salir corriendo a la calle, y en los que no conocen ese gran invento; las persianas, como es el caso de los holandeses.
Con la ayuda de un especialista en sueño del Hospital Le Vinatier, en Lyon, este artista francés ha diseñado una cama con un nombre evocador (‘Érase una vez un sueño’) que aísla al bello o bella durmiente de todo lo que ocurre en el exterior.
En la moderna alcoba, una cortina tupida rodea el lecho y, cuando alguien se acuesta, la temperatura se regula automáticamente a 19°C, un clima que se considera adecuado para un descanso óptimo. Además, la luz también se vuelve más tenue, cualquier rastro de ruido es eliminado de la atmósfera interior y el aire se carga de sales minerales para ayudar a rehidratar el cuerpo.
Las gafas que iluminan tu mirada
Pero no hacen falta camas de fantasía para evitar el ‘jet-lag’. Por ejemplo, el dispositivo Re-Timer te proporciona la luz que tu cuerpo necesita, antes o después de viajar a la otra punta del planeta. Este invento, desarrollado por una empresa australiana, no es otra cosa que una especie de gafas similares a las Google Glass que llevan incorporadas unas luces para simular la iluminación natural del sol.
La idea se basa en que los fotoreceptores de los ojos captarán la señal luminosa del aparato y transmitirán al cerebro la sensación de que es de día, sea la hora que sea. Utilizando el dispositivo a primera hora del día, o un poco antes de irse a la cama, puede llegar a regularse el ritmo normal del cuerpo. La compañía recomienda usarlo tres veces por semana y la batería se recarga mediante un cable USB.
El antifaz que ilumina tu sueño
También de mención es Lumos Smart Sleep Mask, un antifaz que viene junto a una aplicación móvil complementaria y que está diseñado para brindar soluciones específicas para dormir con desfase horario. Desarrollado por un grupo de antiguos estudiantes del Instituto de Tecnología de California o CalTech (EE.UU.) su funcionamiento es sencillo: el antifaz, mediante pulsos de luz de milisegundos, utiliza las mismas vías neuronales que la luz natural, modificando el ritmo circadiano del usuario mientras duerme, para así frenar los efectos del ‘jet lag’ más comunes como la fatiga, los problemas digestivos, la falta de memoria, la apatía o la irritabilidad.
Su funcionamiento permite personalizar el antifaz en función de cada usuario y de su horario conectándolo a un ‘smartphone’. Además de ofrecer la posibilidad de un despertar gradual, con una secuencia lumínica que emula el amanecer, este dispositivo también mide la calidad de los parámetros del sueño a lo largo de la noche.
Un vuelo en primerísima clase…
También existen otra opción, que no es otra que atajar el problema desde la raíz añadiendo algunos extras a los aviones. En la página de British Airways preguntan que si encuentras cómodo tu asiento porque ellos te ofrecen uno mejor, el de sus nuevos modelos Boeing 787 Dreamliner.
La cabina está diseñada para que haya menos ruido y la iluminación cambie imitando los patrones naturales de luz y oscuridad para evitar las alteraciones del sueño de los pasajeros. Olvídate de encoger las piernas: en estos asientos podrás recostarte y apoyar cómodamente el cuello en su respaldo. Y si quieres relajarte aún más, tienen una ‘suite’ que incorpora más de 100 nuevas patentes tecnológicas.
… O en clase turista (pero con muchas luces)
Y terminamos con la empresa Airbus, que también está tomando medidas para ayudar a los pasajeros de las aerolíneas a que se adapten más rápido a las nuevas zonas horarias por las que pasan. Así, su nueva línea de aviones A350 XWB cuenta con varios elementos de diseño para aliviar el ‘jet-lag’ y mejorar la experiencia general del cliente. La tecnología, entre otras cosas, consiste en focos de iluminación LED especial con hasta 16,7 millones de configuraciones de color, que se pueden ajustar a lo largo de la duración del vuelo para que coincida con las zonas horarias por las que el avión transita, ayudando al cuerpo a sincronizarse más rápido con su destino en el marco de tiempo comprimido del vuelo.
Se trata de una estrategia para disminuir el desfase horario tomando el control del ciclo natural de sueño-vigilia del cuerpo, que corresponde al amanecer y al anochecer. Durante el día, el cuerpo produce solo pequeñas cantidades de melatonina, una hormona que te hace sentir cansado. A medida que disminuye la luz, aumenta la melatonina. Debido a que ese ritmo se pierde cuando estás encerrado en un avión y cruzas múltiples zonas horarias, la iluminación LED del A350 XWB durante el vuelo puede imitar los cambios normales de la luz solar, para hacerte desembarcar más fresco que una lechuga.
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Con información de Wired, Universidad de Michigan, Re-timer y Mashable
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