Twitter es una excelente herramienta de comunicación corporativa y las firmas –que utilizan la red social de microbloggin’ para hacer publicidad y promociones, fidelizar a la clientela y potenciar la imagen de marca– se vuelven literalmente locas por colocar uno de sus hashtags como trending topic. Pero a veces las cosas no salen como se pretende, como se puede comprobar en este póker de dolorosos e ilustrativos ejemplos. Tomen buena nota Community Managers y responsables de Marketing Online.
Quién: McDonald’s
Qué: La marca de los arcos dorados ideó el hashtag #McDoStories (historias de McDo), suponemos que esperando un aluvión de enternecedores microrrelatos del tipo “Me declaré a mi señora delante de un BigMac” o “El momento familiar más gratificante de la semana es cuando vamos a cenar al McDonald’s”. Pero lo que consiguieron fue cientos de historias relacionadas con uñas dentro de hamburguesas, nuggets de hechos a base de escaldar pollitos vivos y cosas mucho peores. Un desastre XL.
Lección: Cuando animas a la gente a hablar sobre tu empresa no siempre van a decir cosas bonitas.
Quién: Partido Popular
Qué: Los políticos no llevan nada bien Twitter –que se lo pregunten a Toni Cantó– pero son conscientes de su fuerza y se empeñan en utilizarlo, casi siempre mal. De ello puede dar fe el PP cuando, para contrarrestar exitosas almohadillas como #lospapelesdebarcenas o #rajoydimision, lanzaron #yocreoenrajoy. Lo que estaba pensado para aglutinar alabanzas funcionó como catalizador de innumerables críticas, convirtiéndose en involuntario Trending Topic. Como señalaba con sorna alguien, “a estas alturas le habrán hecho un ERE al Community Manager”.
Lección: Los hashtags no crean opinión sino que la recogen.
Quién: Susan Boyle
Qué: Un absoluto ingenuo –o un cachondo mental kamikaze– debía ser el Community Manager de Susan Boyle (aquella señora poco agraciada pero de impresionante vozarrón que ganó el Factor X británico), a quien no se le ocurrió mejor hashtag para promocionar la fiesta de presentación de su último disco que #susanalbumparty (es imposible no leer “anal bum party”, que es algo así como “fiesta culera traseril”). En cualquier caso, la artista consiguió toneladas de publicidad extra con el desliz, así que imaginamos que el creador del disparate salvaría… su culo.
Lección: Las cosas conviene repasarlas un par de veces antes de publicarlas.
Quién: Celeb Boutique
Qué: La ciudad de Aurora (EE.UU) se hizo tristemente célebre recientemente cuando un loco mató a 71 personas (récord absoluto de este tipo de sucesos) en un cine de la localidad durante el estreno de la última película de Batman. Por eso resulta inexplicable el tweet que escribió la cuenta de esta web que vende ropa del estilo de las que visten las famosas: “#Aurora es tendencia, claramente por nuestro vestido #Aurora inspirado en Kim K ;)”. Bueno, la única explicación plausible es que el que lo escribió fuera idiota.
Lección: No uses el sufrimiento y la conmoción de la sociedad para vender trapitos.
Quién: Kenneth Cole
Qué: Utilizar hashtags ya existentes no es una buena idea, sobre todo si utilizas uno serio, trascendente y dramático para promocionar tu colección de primavera. Es lo que hizo la firma de moda americana con las revueltas de Egipto: “Millones se han alzado en #Cairo. Se rumorea que se enteraron de que ya está disponible nuestra nueva colección de primavera online en…”.
Intentar aprovechar la popularidad de una etiqueta –bajo la que está muriendo gente que lucha por sus derechos– para vender ropa es de juzgado de guardia. Rápidamente surgió una exitosa cuenta parodia con mensajes de este tipo: “Irán está enriqueciendo uranio. Nuestros zapatos enriquecerán tus trajes”.
Lección: No te apropies de los hashtags ajenos.
Fita Morales es micropoetisa y trending cool hunter S. Thompson.
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